Este efecto óptico parte de un estudio de las gafas tintadas con varios colores, como las de las lentes 3D
Después de comprender que los tonos del famoso vestido
dependían de cómo varía la percepción del color según el contexto,
resurge en la red una nueva ilusión óptica que nos ayuda a seguir
descubriendo cómo funciona nuestra cabeza.
El efecto McCollough ha revivido gracias a un artículo del diario Daily Mail que ha saltado a la comunidad online Reddit a través de Facebook. Este experimento no solo juega con la interpretación de los colores, sino que además incluye una amenaza, factor que lo hace doblemente atractivo para los usuarios de las redes sociales: tu percepción del color puede verse afectada (temporalmente).
En 1965, la psicóloga estadounidense Celeste McCollough aprovechó su año sabático en Canadá para estudiar los efectos que producían las gafas tintadas con varios colores, como las de las lentes 3D. A partir de esta investigación descubrió un fenómeno de percepción visual: al mirar durante un tiempo imágenes de rayas en blanco y negro, después concentrarse en otras de color verde y rojo y luego volver a mirar las primeras, el ser humano tenía la sensación de verlas verdosas y en tonos rosas. Se denomina post-efecto de color contingente a la orientación. Es decir, tras inducir a una persona a mirar durante un determinado período un dibujo se consigue un efecto concreto que puede durar horas, incluso meses.
Antes de probar el experimento, hay que tener en cuenta las posibles consecuencias. Tras publicarse el estudio de McCollough muchos psicólogos se interesaron por las secuelas en la percepción de los colores. No existe una única conclusión para explicar por qué los efectos duran tanto. En primer lugar concluyeron que no se trata de un efecto en la retina, sino en el cerebro encargado de compensar las zonas sin color rellenándolas. La propia psicóloga propuso que estos efectos eran el resultado de la adaptación de las neuronas en la corteza visual, las encargadas de codificar la orientación, la zona que reconoce un objeto (en este caso las líneas de los dibujos).
Luego llegó la investigación de los psicólogos Jones y Holding, que descubrieron que esta percepción alterada podía llegar a durar meses. Y con esta conclusión los medios de comunicación usaron este reclamo: "Esta imagen te romperá el cerebro". Suficiente para provocar curiosidad pese a los efectos colaterales.
Ahora tienes dos opciones: someterte a la prueba o quedarte con las ganas.
1. Mira durante por lo menos un minuto esta imagen.
2. Repite la misma acción con esta de color verde y rojo. Primero mira un cuadrado y luego el otro durante algo más de un minuto cada una.
3. Vuelve a mirar la imagen en blanco y negro. Si has seguido bien los pasos en vez de blanco y negro deberías ver tonalidades verdes y rosas. Y si de verdad has cumplido con las instrucciones, esta sensación debería durar más de un minuto.
4. No te preocupes, el efecto no te va a durar meses. Según algunas teorías, si ahora vuelves a mirar a esta imagen con los mismos colores, pero con el sentido de las líneas cambiado, el efecto se habrá corregido.
Si aún tienes dudas de lo que acaba de suceder, este joven divulgador científico llamado lo explica (en inglés) en un vídeo en YouTube que acumula desde enero más de 2.500.000 de reproducciones. Tom Scott lo compara con esa desagradable sensación que produce una canción pegadiza, por eso viaja hasta Disney World y aprovecha el tema Un mundo pequeño.
El efecto McCollough ha revivido gracias a un artículo del diario Daily Mail que ha saltado a la comunidad online Reddit a través de Facebook. Este experimento no solo juega con la interpretación de los colores, sino que además incluye una amenaza, factor que lo hace doblemente atractivo para los usuarios de las redes sociales: tu percepción del color puede verse afectada (temporalmente).
En 1965, la psicóloga estadounidense Celeste McCollough aprovechó su año sabático en Canadá para estudiar los efectos que producían las gafas tintadas con varios colores, como las de las lentes 3D. A partir de esta investigación descubrió un fenómeno de percepción visual: al mirar durante un tiempo imágenes de rayas en blanco y negro, después concentrarse en otras de color verde y rojo y luego volver a mirar las primeras, el ser humano tenía la sensación de verlas verdosas y en tonos rosas. Se denomina post-efecto de color contingente a la orientación. Es decir, tras inducir a una persona a mirar durante un determinado período un dibujo se consigue un efecto concreto que puede durar horas, incluso meses.
Antes de probar el experimento, hay que tener en cuenta las posibles consecuencias. Tras publicarse el estudio de McCollough muchos psicólogos se interesaron por las secuelas en la percepción de los colores. No existe una única conclusión para explicar por qué los efectos duran tanto. En primer lugar concluyeron que no se trata de un efecto en la retina, sino en el cerebro encargado de compensar las zonas sin color rellenándolas. La propia psicóloga propuso que estos efectos eran el resultado de la adaptación de las neuronas en la corteza visual, las encargadas de codificar la orientación, la zona que reconoce un objeto (en este caso las líneas de los dibujos).
Luego llegó la investigación de los psicólogos Jones y Holding, que descubrieron que esta percepción alterada podía llegar a durar meses. Y con esta conclusión los medios de comunicación usaron este reclamo: "Esta imagen te romperá el cerebro". Suficiente para provocar curiosidad pese a los efectos colaterales.
Ahora tienes dos opciones: someterte a la prueba o quedarte con las ganas.
1. Mira durante por lo menos un minuto esta imagen.
2. Repite la misma acción con esta de color verde y rojo. Primero mira un cuadrado y luego el otro durante algo más de un minuto cada una.
3. Vuelve a mirar la imagen en blanco y negro. Si has seguido bien los pasos en vez de blanco y negro deberías ver tonalidades verdes y rosas. Y si de verdad has cumplido con las instrucciones, esta sensación debería durar más de un minuto.
4. No te preocupes, el efecto no te va a durar meses. Según algunas teorías, si ahora vuelves a mirar a esta imagen con los mismos colores, pero con el sentido de las líneas cambiado, el efecto se habrá corregido.
Si aún tienes dudas de lo que acaba de suceder, este joven divulgador científico llamado lo explica (en inglés) en un vídeo en YouTube que acumula desde enero más de 2.500.000 de reproducciones. Tom Scott lo compara con esa desagradable sensación que produce una canción pegadiza, por eso viaja hasta Disney World y aprovecha el tema Un mundo pequeño.